La existencia de comunidades
judías en el territorio de la actual provincia de Gerona data de época muy
remota que ha dejado influencias notables en la toponimia local.
Los topónimos Villajuiga,
Matajudaica, Montjuich y San Pedro de Juigas, todos
ellos consignados en antiguos documentos con idéntica grafía JUDAICUS, JUDAICA
insinuan la existencia de comunidades hebreas que dieron nombre a las
respectivas localidades de los tiempos de la Reconquista.
Según recientes
investigaciones históricas el establecimiento de los judíos data del tiempo que
el conde Dela poseía o gobernaba esta ciudad entre 888 - 890.
Se tienen noticias de judíos
en Barcelona desde el siglo IX. Judá Hebreo se estableció allí en la época de
Carlos el Calvo (815 - 817). En 1079 había unas cuarentas familias hebreas en
la ciudad. Entre la documentación latina y hebraica que nos ha llegado relativa
a los judíos de Barcelona medieval hay frecuentes referencias a propiedades
rústicas, viñas, campos, huertos, patios en las proximidades de Barcelona,
hacia Montjuich o Les Corts, Sarrià, Riera Megaria.Al suroeste de la ciudad de
Barcelona se levanta la montañita o colina llamada Mons Judaicus,
la cual debería este nombre a la circunstancia de poseer allí los judíos de
Barcelona varias propiedades rústicas la mayor parte de ellas.
El cementerio judáico, ubicado
en la parte alta de Montjuich, orientado hacia suroeste, correspondía
anteriormente a algunos campos perteneciendo a judíos de Barcelona, los cuales
fueron convertidos en cementerio, dada su orientación especial, pues miran
hacia suroeste, hacia el Templo de Jerusalén.
Las propiedades rústicas de
los judíos barceloneses se extendían en torno a la ciudad, desde la montaña
hacia el mar, alternando con posesiones de los cristianos y a menudo estaban en
todo o en parte cedidas en arrendamiento o en cens a cristianos.
Desde el siglo XII Cataluña
pertenece a la Corona de Aragón. El punto de partida es la reconquista de
Valencia por Jaime I (1233 - 1245), momento en el que se produce una masiva
afluencia de judíos catalanes y aragoneses a la ciudad y principales villas del
nuevo reino.
El "Repartiment" les
asigna casas y propiedades en Valencia, Denia, Sagunto, Alicante y a lo largo
de su reinado el Conquistador dio numerosas leyes favorables a los hebreos
valencianos y los puso siempre bajo la protección real.